1. Manos y pies fríos
Si siente las manos y los pies más fríos que el resto del cuerpo, podría deberse a una restricción del flujo sanguíneo. La mala circulación dificulta que la sangre caliente llegue a las extremidades.
2. Sensación de entumecimiento u hormigueo
El hormigueo o entumecimiento frecuente en las manos, los pies o las piernas es un signo común de mala circulación. Se produce porque los nervios no reciben suficiente sangre oxigenada.
3. Hinchazón en las piernas o los pies
La retención de líquidos en piernas, tobillos y pies puede deberse a una circulación sanguínea inadecuada. Esto ocurre cuando la sangre se acumula en ciertas zonas debido a un retorno venoso deficiente.
4. Heridas de curación lenta
La mala circulación puede ralentizar la capacidad del cuerpo para sanar heridas y lesiones. Si nota que los cortes y moretones tardan más en sanar, podría deberse a una falta de flujo sanguíneo.
5. Fatiga y falta de energía
Cuando sus órganos y músculos no reciben suficiente sangre rica en oxígeno, usted puede sentirse inusualmente cansado o débil durante el día.
6. Decoloración de la piel
La piel azulada o pálida, especialmente en las manos, los pies o los labios, puede indicar mala circulación. La falta de un flujo sanguíneo adecuado reduce los niveles de oxígeno en la piel.
7. Uñas quebradizas y caída del cabello
La circulación sanguínea insuficiente puede provocar uñas débiles y quebradizas, e incluso la caída del cabello. Los folículos pilosos y el lecho ungueal necesitan oxígeno y nutrientes de la sangre para crecer sanos.
8. Problemas digestivos
La mala circulación puede ralentizar la digestión, provocando hinchazón, calambres y deposiciones irregulares. El sistema digestivo necesita un buen flujo sanguíneo para funcionar eficientemente.
9. Venas varicosas
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