Un lunar sospechoso, una mancha que cambia de forma o color, la piel que se pone amarilla o cambia … Tu piel puede revelar enfermedades internas como cáncer de hígado, de piel o de riñón.
Una tos persistente o una ronquera preocupante
¿Tienes una tos que no te ha abandonado durante semanas? Puede ser algo más que un simple resfriado, sobre todo si va acompañado de ronquera o expectoración con sangre: merece un examen, sobre todo para descartar un cáncer respiratorio.
Problemas digestivos o urinarios inusuales
El estreñimiento, la diarrea prolongada, la sangre en las heces o la dificultad para orinar pueden indicar un trastorno grave del sistema digestivo o urinario, a veces relacionado con cáncer de colon o de vejiga.
Otras señales que deberían alertarte
- Dificultad para tragar : si comer se convierte en un esfuerzo, considere consultar a un médico.
- Sangrado inusual : ya sea de la boca, nariz, orina o heces.
- Hinchazones o bultos : Un bulto en el cuello, la axila o en cualquier otro lugar nunca debe ignorarse.
- Fiebre sin causa aparente : especialmente si persiste o regresa con frecuencia.
- Dificultad para respirar rápida : durante el ejercicio o en reposo, esta es una señal importante.
- Pérdida repentina del apetito : especialmente si se acompaña de saciedad precoz.
- Náuseas, vómitos persistentes : excepto en casos de intoxicación o infección conocida.
- Hinchazón o dolor abdominal : especialmente después de las comidas.
- Ganglios linfáticos inflamados : en el cuello, las axilas o la ingle.
- Heridas que cicatrizan mal : tenga cuidado con los tiempos de curación anormalmente largos.
- Sudores nocturnos intensos : a menudo relacionados con cánceres de sangre.
- Acidez estomacal continua : sobre todo si resiste al tratamiento.
- Aftas bucales que no cicatrizan : o dolor persistente en la boca.
- Dolor de espalda o cuello inexplicable : puede ser un signo de daño óseo.
Escucha a tu cuerpo, te habla
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