1. Inmunoterapia:
Este innovador enfoque refuerza el sistema inmunitario para que reconozca y destruya las células cancerosas. Medicamentos como Keytruda y Opdivo han demostrado su eficacia en el tratamiento del melanoma, el cáncer de pulmón y el cáncer de vejiga.
2. Terapia dirigida:
A diferencia de la quimioterapia tradicional, la terapia dirigida se centra en atacar únicamente las células cancerosas, minimizando el daño a las células sanas. Por ejemplo, Herceptin ha mejorado significativamente los resultados en pacientes con cáncer de mama HER2 positivo.
3. Trasplantes de células madre:
Utilizada especialmente en casos de leucemia y linfoma, la terapia con células madre reemplaza las células productoras de sangre dañadas después de un tratamiento intensivo, lo que conduce a una remisión completa en muchos casos.
4. Cirugía mínimamente invasiva y radiación moderna:
Técnicas como la terapia de protones y la cirugía asistida por robot ofrecen mayor precisión, menos complicaciones y tiempos de recuperación más rápidos.
Cánceres con altas tasas de curación (cuando se detectan a tiempo):
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