La miel es uno de los alimentos más antiguos y valorados por sus propiedades medicinales y su sabor único. Sin embargo, en la actualidad es común encontrar versiones adulteradas que contienen apenas un pequeño porcentaje de miel natural mezclada con jarabes o azúcares. Por eso, es importante saber identificar si la miel que compramos es auténtica. A continuación, te presentamos cinco pruebas caseras fáciles y efectivas para descubrirlo.
1. Prueba del frasco
Toma el frasco de miel, agítalo suavemente y voltéalo.
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Miel auténtica: al moverla, se forman burbujas que suben lentamente y pueden tardar hasta dos horas en llegar a la superficie, debido a su densidad y viscosidad.
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Miel falsa: si las burbujas desaparecen rápido o no aparecen, probablemente esté diluida con agua o jarabes.
2. Prueba con un vaso de agua
Llena un vaso transparente con agua y deja caer una cucharada de miel en el centro sin remover.
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Miel auténtica: baja hasta el fondo y mantiene su forma.
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Miel falsa: se disuelve antes de llegar al fondo, señal de que contiene aditivos.
3. Prueba de cristalización
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