El ajo se considera a menudo un alimento milagroso. Utilizado desde hace siglos por sus propiedades medicinales y culinarias, se sabe que fortalece el sistema inmunológico, mejora la circulación sanguínea e incluso repele las energías negativas, según algunas creencias populares.
Pero cuidado, su consumo no está exento de riesgos. ¿Sabías que algunas personas deberían evitarlo, so pena de empeorar su estado de salud? A continuación te contamos los 4 casos en los que el ajo puede convertirse en un auténtico enemigo para tu organismo.
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Las personas con enfermedad hepática deben tener cuidado
Se suele decir que el ajo es beneficioso para el hígado, pero no siempre es así. En caso de enfermedades hepáticas, como hepatitis o inflamación del hígado, consumir ajo puede empeorar la situación. Esto se debe a que el ajo tiene propiedades irritantes que pueden aumentar la inflamación y provocar una mayor irritación en este órgano tan frágil.
El consumo excesivo también puede alterar las enzimas hepáticas y dificultar la digestión de las grasas, haciendo que el hígado sea aún más vulnerable.
Evítelo si: tiene hepatitis, hígado graso u otros trastornos hepáticos.
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