¡Qué bueno! ¡Gracias nana!

Aquí te explicamos cómo hacerlo: 1. Comienza preparando un baño de pies con agua tibia. Llena un recipiente con agua tibia y agrega media taza de vinagre blanco. Remoje sus pies durante 20 minutos.
2. Después de remojarlas, frote suavemente las uñas de los pies y las áreas circundantes con un cepillo de uñas de cerdas suaves para eliminar los residuos y suavizar las uñas.
3. Enjuague sus pies con agua limpia, luego aplique una pasta espesa hecha de bicarbonato de sodio y unas gotas de agua en las uñas de los pies. Dejar reposar durante 10 minutos.
4. Enjuague la pasta de bicarbonato de sodio y seque sus pies con palmaditas.
5. Utilice una piedra pómez o una lima de uñas para limar con cuidado las uñas gruesas de los pies, evitando limarlas demasiado.
6. Termine aplicando una loción o aceite humectante para mantener las uñas y la piel circundante hidratadas.

Cómo funciona este truco: la ciencia detrás de él

Los componentes de este tip trabajan sinérgicamente para reducir la apariencia de uñas gruesas. Remojar en vinagre blanco ayuda a suavizar las uñas y tiene propiedades antimicrobianas que pueden combatir infecciones fúngicas leves. El bicarbonato de sodio actúa como un exfoliante suave y tiene una naturaleza alcalina que puede ayudar a suavizar las uñas engrosadas. Limar las uñas posteriormente ayuda a reducir gradualmente su grosor sin causar daños.

 

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