Controlar la artritis no se trata solo de lo que haces, sino también de lo que no comes. Algunos alimentos pueden parecer inofensivos, pero pueden agravar la inflamación sigilosamente, haciendo que las articulaciones estén más irritables de lo necesario.
Te guiaremos por los peores obstáculos para que puedas evitarlos como un profesional y mantener tu cuerpo en óptimas condiciones. ¡Prepárate para descubrir qué vale la pena evitar para movimientos más fluidos!
Alimentos fritos
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Las frituras pueden ser un clásico reconfortante, pero para quienes padecen artritis, es mejor no probarlas. Comidas rápidas como las papas fritas y el pollo frito están llenas de grasas trans que pueden empeorar la inflamación, provocando más dolor y rigidez articular. Además de agravar la artritis, estas grasas no saludables también aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y obesidad. Para mantener tus articulaciones en buen estado, prueba alternativas horneadas o a la parrilla, como las crujientes papas fritas de boniato al horno, para una alternativa saciante y sin inflamación.
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Carne procesada
Las carnes procesadas, como las salchichas, los embutidos y los fiambres, están cargadas de conservantes, sodio y nitratos que pueden agravar la artritis al provocar inflamación e hinchazón. Su alto contenido en grasas saturadas también favorece el aumento de peso, lo que sobrecarga las articulaciones. Para una dosis de proteínas beneficiosa para las articulaciones, sustitúyalas por opciones magras como pollo a la parrilla o pechuga de pavo, que son menos inflamatorias. Estas carnes suelen estar presentes en platos favoritos como pizzas y sándwiches, por lo que elegir alternativas más saludables puede marcar una gran diferencia.
Azúcar
Los dulces pueden ser difíciles de resistir, pero el exceso de azúcar puede empeorar el dolor. El exceso de azúcar contribuye al aumento de peso, lo que ejerce presión adicional sobre las articulaciones y empeora los síntomas de la artritis. También provoca inflamación, lo que provoca más dolor y rigidez. Algunas fuentes ocultas de azúcar añadido incluyen refrescos, dulces y postres. En su lugar, satisface tus antojos con frutas naturalmente dulces como fresas o arándanos, que ofrecen beneficios antiinflamatorios sin causar irritación articular.
Carbohidratos refinados como el pan blanco y las galletas.
Los carbohidratos refinados, como los presentes en el pan blanco, la repostería y muchos snacks procesados, pueden ser perjudiciales para las personas con artritis. Provocan picos de azúcar en sangre que desencadenan inflamación, aumentando el dolor y la rigidez articular. Al carecer de nutrientes, estos carbohidratos también promueven el aumento de peso, lo que aumenta la tensión en las articulaciones. En su lugar, opte por cereales integrales como la quinoa o la avena, que aportan fibra y nutrientes esenciales sin aumentar la inflamación.