Preparar las albóndigas:
Triturar los garbanzos en un bol grande utilizando un tenedor o un machacador de patatas hasta que la mezcla quede ligeramente grumosa.
Añade el calabacín rallado, la zanahoria finamente picada y el brócoli.
Condimentar con cebolla en polvo, pimentón, ajo en polvo y sal.
Añade la harina de garbanzos y la maicena hasta que estén bien mezclados.
Coloque la mezcla en el refrigerador durante 30 a 60 minutos para que se endurezca.
Prepare el puré de batata:
cocine al vapor las batatas y las zanahorias durante 20 minutos o hasta que estén tiernas.
Triturar las verduras al vapor en un bol, añadir la leche sin lactosa, la levadura nutricional, la sal y la pimienta negra.
Licuar o triturar hasta que quede suave.
Cocina las albóndigas:
calienta el aceite en una sartén antiadherente a fuego medio.
Forme la mezcla fría en forma de albóndigas.
Freír las albóndigas con la olla tapada durante 5 minutos o hasta que estén doradas por un lado.
Dar la vuelta a las albóndigas, añadir 4 cucharadas (50 ml) de agua, tapar y cocinar durante 15 minutos hasta que estén bien cocidas.
Para servir:
Coloque las albóndigas en un plato con un acompañamiento de puré de batata.
Decorar con eneldo fresco y hojuelas de chile, si lo desea.
5 consejos para servir
Combínalo con una ensalada verde crujiente para una comida equilibrada.
Servir con verduras de temporada asadas o al vapor.
Decora las albóndigas con una cucharada de yogur sin lactosa o salsa tahini.
Agréguelo a un sándwich o envuélvalo con lechuga y tomate para una comida para llevar.
Sirva con salsa de limón y ajo para darle un toque picante.
Consejos de cocina
Escurre bien el calabacín rallado y las zanahorias para eliminar el exceso de humedad, asegurándote de que las albóndigas permanezcan juntas.
Deje que la mezcla de albóndigas se enfríe para mejorar su consistencia y facilitar su moldeado.
Utilice una sartén antiadherente para evitar que se pegue y garantizar un dorado uniforme.
Ajuste las especias a su gusto agregando comino o chile en polvo para obtener más sabor.
Si la mezcla parece demasiado húmeda, agregue una cucharada extra de harina de garbanzos.
Beneficios nutricionales
Rico en proteínas: Los garbanzos y los huevos proporcionan un buen aporte de proteínas. Rico en fibra: Las verduras y los garbanzos favorecen la salud digestiva.
Repleto de vitaminas: las batatas son ricas en betacaroteno, mientras que las zanahorias y el brócoli ofrecen antioxidantes y vitaminas A y C.
Bajo en grasas: use un mínimo de aceite para freír, manteniéndolo liviano y saludable.
Nutrientes de origen vegetal: La levadura nutricional aporta vitaminas B y un sabor a queso.
Información dietética
Apto para vegetarianos: contiene huevos pero no carne.
Sin gluten: La harina de garbanzos garantiza que la receta esté libre de gluten.
Sin lácteos: utilice leche sin lácteos para hacer puré.
Personalizable: Se puede hacer vegano reemplazando los huevos con semillas de lino o semillas de chía mezcladas con agua.