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- Cómo hacerlo: Mezcla 5-10 gotas de aceite esencial de limón con una cucharada de aceite de oliva o coco. Masajea la rodilla durante 5-10 minutos, haciendo énfasis en las zonas doloridas.
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Compresas de limón: También puedes usar compresas frías con jugo de limón para reducir la inflamación. Aunque el limón tiene propiedades antiinflamatorias, el frío también puede ayudar a calmar el dolor y reducir la hinchazón.
- Cómo hacerlo: Exprime el jugo de un limón en un trapo limpio, luego envuelve un poco de hielo en el trapo y aplícalo en la zona afectada durante 15-20 minutos.
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Limón y cúrcuma: El limón combinado con cúrcuma es un remedio popular debido a las propiedades antiinflamatorias de la cúrcuma, que es muy efectiva para aliviar el dolor articular. Puedes mezclar ambos ingredientes en agua o en un té.
- Cómo prepararlo: Añade el jugo de medio limón y una pizca de cúrcuma en un vaso de agua tibia y bébelo una o dos veces al día.
Es importante recordar que, si bien estos remedios caseros pueden ofrecer algo de alivio, no sustituyen el tratamiento médico. Si el dolor persiste o empeora, lo mejor es consultar a un profesional de la salud.