Dormir boca arriba para evitar que la saliva fluya hacia fuera.
Tratar la congestión nasal con lavados nasales o antihistamínicos.
Mantener una buena higiene bucal para reducir infecciones.
Consultar a un especialista si el babeo es excesivo y persistente.
En la mayoría de los casos, babear al dormir es inofensivo, pero si se vuelve molesto o excesivo, identificar la causa puede ayudar a encontrar una solución efectiva.