Cambia pañales, cocina papilla, sírveme cada cucharada de arroz, llévame a la escuela y luego esperame en silencio fuera de la puerta como una sombra familiar. En mi recuerdo, mi tía no era una extraña, sino una “madre” de otra manera. Lo único es que mis dos hermanos no lo creen.
Mis dos hermanos tenían 10 y 13 años cuando la tía Cham vino a vivir con nosotros, así que la odiaban mucho y siempre se rebelaban contra ella. Se susurraban entre ellos: “Tíastra, ¿cómo puede ser tan buena?”. Siempre me incitaban a oponerme ya discutir con mi tía. El hermano mayor decía: “Eres tan tonta, solo te cuida para complacer a mi padre. Es una madrastra, una tíastra”. Me metieron un montón de cosas en la cabeza, aconsejándome que tuviera cuidado, que fuera sabia, que no me dejara engañar. Había momentos en que estaba realmente confundida, escuchando a los hermanos, también solía discutir con mi tía, le cortaba la ropa con picardía. Pero cuando veía a mi tía llorando sola en la habitación, yo también lloraba.
Cuanto más viejo me hago, más me doy cuenta de que no tenemos la misma sangre, pero mi tía es mejor para mí que la sangre, así que ¿por qué tengo que oponerme a ella? Así que ignoré a mis dos hermanos y traté a mi tía mejor que antes, incluso llamándola “la madre de Cham”.
También vi una vez a mi padre abrazando y acariciando a mi tía, diciéndole que intentara contener a mis dos hermanos, ya que perdieron a su madre a una edad temprana, por eso tienen una personalidad tan peculiar. Ella solo lloró y asintió; de hecho, era muy amable; nunca regañó ni tocó a mis dos hermanos, ni siquiera cuando hablaban de forma caótica. Quizás por eso mi tía sufría aún más acoso por parte de mis hermanos.
Hasta que mis dos hermanos se casaron y se fueron a vivir separados, la casa quedó sólo con mi padre, mi tía y yo.
A principios de año, mi padre enfermó gravemente. No sé qué tipo de cuidados le brinda a mi tía, pero mi padre está muy molesto ya menudo le habla en voz alta.
⏬️⏬️ continúa en la página siguiente ⏬️⏬️