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Consume huevos enteros (clara y yema) al menos una o dos veces por semana.
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Prefiere métodos de cocción saludables: hervidos, escalfados o a la plancha con poco aceite.
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Acompáñalos con una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras y cereales integrales.
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No temas incluir huevos en tu alimentación aunque tengas colesterol alto, siempre que se mantenga un control médico regular.
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Recuerda que la prevención de la demencia también depende de hábitos como la actividad física y la estimulación cognitiva.
El huevo, especialmente su yema, aporta colina, un nutriente esencial para la memoria y la prevención de la demencia. Consumirlo de forma regular y moderada puede ser una estrategia simple y eficaz para cuidar la salud cerebral a lo largo de la vida.