- Prepara un café robusto y deja que se enfríe (Si decisdiste la version con cognac o amaretto, aqui se lo viertes al cafe). En una cacerola, elabora el almíbar (llamado «pâte à bombe»): calienta el azúcar con dos cucharadas de agua y llévalo a una temperatura de 121 grados Celsius, verificando con un termómetro de cocina.
- Separa las yemas de las claras. Bate las yemas con el almíbar de azúcar, vertiéndolo sobre las yemas mientras las bates. Al final, deberás obtener una mezcla clara y esponjosa.
- Incorpora suavemente el queso mascarpone, mezclando de abajo hacia arriba.
- Coloca los bizcochos en un recipiente ovalado o redondo, luego vierte lentamente el café sobre ellos, asegurándote de que queden bien empapados.
- Llena una manga pastelera con la nata montada y distribúyela en pequeños montones. Puedes optar por una o dos capas de nata.
- Refrigera el tiramisú durante al menos una hora. Una vez que esté firme, espolvorea un poco de cacao amargo en polvo por encima.
Tu tiramisú está listo para ser disfrutado.
Recomendaciones
- Utiliza queso mascarpone de alta calidad: El queso mascarpone es un ingrediente clave en el tiramisú, por lo que es importante utilizar uno de buena calidad para obtener un sabor auténtico y una textura cremosa. Busca marcas de confianza en tu tienda local o en el mercado.
- Café fuerte y enfriado: Prepara un café fuerte y asegúrate de dejarlo enfriar completamente antes de utilizarlo en la receta. El café frío ayudará a empapar los bizcochos de manera uniforme sin derretir la crema de queso mascarpone.
- Antes de servir, espolvorea generosamente la superficie del tiramisú con cacao en polvo utilizando un tamiz fino. Esto agregará un toque de sabor y un aspecto visual atractivo al postre.