Antes de comenzar, calienta el horno a 200°C. Luego, sazona las pechugas de pollo con sal y pimienta en ambos lados. Realiza un corte en un lateral de cada pechuga, creando un bolsillo sin llegar a cortar completamente el otro lado.
Con cuidado, coloca 4-5 espárragos dentro de cada bolsillo de pollo y añade una feta de queso.
En una sartén grande apta para horno, calienta el aceite de oliva a fuego medio, agrega el ajo picado y cocina hasta que su aroma se libere.
Introduce las pechugas rellenas en la sartén y dora por ambos lados durante unos 2-3 minutos por cada lado. Incorpora el caldo de pollo y el vino blanco (si lo estás utilizando) en la sartén. Si lo deseas, espolvorea con tomillo seco.
Transfiere la sartén al horno precalentado y hornea durante 20-25 minutos o hasta que las pechugas de pollo estén completamente cocidas.
Retira del horno y deja reposar las pechugas durante unos minutos antes de cortarlas.
Para servir, dispón las pechugas de pollo rellenas sobre una cama de espárragos y salsa. Finaliza espolvoreando con perejil fresco picado.
Tips
Escoge pechugas de pollo que tengan un grosor y tamaño uniformes. Esto facilitará el proceso de relleno y cocción, asegurando que se cocinen de manera uniforme.
Asegúrate de no poner demasiados espárragos y mozzarella en cada pechuga, ya que esto puede dificultar el cierre adecuado del bolsillo y provocar que el relleno se escape durante la cocción.
Una vez que las pechugas estén cocidas, déjalas reposar durante unos minutos antes de cortarlas. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan, manteniendo la carne tierna y jugosa.