
Lo que comes en tu plato juega un papel fundamental. Para fortalecer tus defensas naturales:
- Abastécete de antioxidantes (frutos rojos, uvas, té verde)
- Piense en la vitamina D (luz solar, huevos, pescado azul)
- Consume omega-3 (frutos secos, semillas de chía, salmón)
- Concéntrese en el brócoli, la cúrcuma y el ajo, que son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias.
Y en el lado de “a evitar” : limitar el alcohol, el tabaco y la exposición excesiva al calor, especialmente en esta zona tan sensible ( en particular, evitar colocar el portátil sobre las rodillas o realizar sesiones frecuentes de sauna ).
Moverse, respirar, dormir: los pilares del equilibrio masculino
Cuidarse también implica un estilo de vida activo y tranquilo:
- Actividad física regular (caminar, nadar, yoga, etc.)
- Menos estrés, más respiración
- Sueño reparador (entre 7 y 9 horas por noche)
Y por supuesto, ¡nunca utilices suplementos hormonales sin supervisión médica !
Porque al fin y al cabo, el mejor reflejo de salud sigue siendo conocerte a ti mismo… y escucharte a ti mismo.