-
No subestimes los síntomas, aunque parezcan leves.
-
Actuá con rapidez, no esperes a ver si “se pasa solo”.
-
Mantené la calma, concentrarte en la respiración puede ayudarte mucho.
-
Tené un plan y revisalo cada seis meses.
Prepararse no es vivir con miedo, es vivir con inteligencia. Conocer estas técnicas puede ayudarte a vos o a alguien que amás a salvar la vida.