Es común ver venas repentinas en las manos, brazos, piernas o incluso el pecho que no recordabas haber visto antes. Para muchas personas, estas venas son inofensivas y simplemente son resultado del envejecimiento, la genética o cambios temporales en la condición corporal. Sin embargo, en algunos casos, la aparición de venas nuevas puede indicar un problema de salud subyacente que no debe descuidarse.
¿Qué causa que las venas se vuelvan visibles de repente?
Hay varias razones por las que las venas pueden aparecer más prominentes:
- Baja grasa corporal: Cuando la grasa corporal se reduce, especialmente en las extremidades o el torso, la capa de grasa que normalmente oculta las venas se vuelve más delgada, haciéndolas más visibles.
- Ejercicio y levantamiento de pesas: El aumento del flujo sanguíneo durante el ejercicio puede hacer que las venas se hinchen y se hagan más visibles. Con el tiempo, y con el entrenamiento regular, los músculos crecen y empujan las venas hacia la superficie.
- Clima caluroso: Las temperaturas cálidas provocan la dilatación (ensanchamiento) de las venas a medida que el cuerpo intenta enfriarse. Este cambio temporal puede hacerlas más visibles, especialmente en brazos y piernas.
- Envejecimiento: A medida que envejecemos, nuestra piel pierde elasticidad y se vuelve más fina. Esto permite que las estructuras subyacentes, como las venas, se vean con mayor facilidad.
- Cambios hormonales: El embarazo, la menopausia o la terapia hormonal pueden afectar los vasos sanguíneos y la circulación, provocando a veces que aparezcan venas donde antes no eran visibles.
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