Sí, la malva también es comestible.
Sus hojas tiernas se pueden añadir a ensaladas o cocinar como las espinacas. Es una forma única de enriquecer la dieta con fibra y micronutrientes.
Consejo rápido: asegúrese de cosechar la malva en un entorno saludable, lejos de áreas tratadas o contaminadas.
Una última palabra de precaución
Aunque esta planta ofrece múltiples beneficios, es importante tener cuidado:
Siempre consulte con un profesional de la salud o un herbolario antes de consumirlo regularmente, especialmente si está siguiendo un tratamiento médico o tiene alguna condición particular.
En resumen
La malva común no es una mala hierba. Es un valioso aliado natural para la digestión, la piel, la respiración… e incluso para alegrar tus platos.
Al integrarlo cuidadosamente en su rutina de bienestar, podrá beneficiarse de sus numerosas virtudes con facilidad.