Después de horas de ayuno nocturno, el organismo es más vulnerable. Un desayuno alto en sodio, grasas o ultraprocesados multiplica el riesgo de daño renal en adultos mayores.
Consejos y recomendaciones
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Evitar encurtidos, embutidos y ultraprocesados en el desayuno.
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Priorizar proteínas magras (pescado, pollo, huevos) y vegetales frescos.
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Mantener bajo consumo de sodio y fósforo.
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Elegir panes integrales, frutas y lácteos bajos en grasa como base.
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Consultar periódicamente la función renal, sobre todo después de los 60 años.
Un desayuno inadecuado puede ser silenciosamente mortal para los riñones. Cuidar lo que comemos al empezar el día es clave para preservar la salud y evitar complicaciones irreversibles.