El Misterio de la Habitación 312-B
Alejandro se inclinó hacia la pantalla, conteniendo el aliento, y fue entonces cuando vio lo imposible. La figura de Miguel comenzó a separarse de su propio cuerpo. Una silueta translúcida, idéntica a él, emergió lentamente y se acercó a la enfermera que dormía sentada junto a la cama. La sombra tocó su hombro y ella se estremeció sin despertar. Un resplandor azulado inundó la habitación y, segundos después, todo volvió a la normalidad. Miguel permanecía inmóvil, como si nada hubiera ocurrido.
Con náuseas, Alejandro reprodujo la grabación una y otra vez. El fenómeno se repetía en distintas noches, siempre con diferentes enfermeras. Temblando, llamó a la policía y entregó el material. Días después, la habitación 312-B fue clausurada sin explicaciones oficiales y Miguel Ángel Torres fue trasladado a un ala aislada del hospital. La versión pública habló de una simple falla técnica.
El doctor Alejandro Salgado renunció poco después, abandonó la medicina y desapareció de la vida pública. Hasta hoy, dicen que la habitación 312-B permanece vacía y cerrada con llave, y que en las madrugadas silenciosas la luz roja del monitor aún parpadea en la oscuridad, aunque no haya nadie acostado en la cama.