Estas 4 partes del pollo que muchos siguen comiendo.

Este órgano digestivo es muy popular en muchas cocinas del mundo, especialmente en ensaladas, guisos o confitado. Pero hay que tener cuidado: el gésier funciona como una especie de trituradora natural para el ave, por lo que puede contener restos si no se limpia adecuadamente.

Lo mejor: Lava bien esta pieza con abundante agua, elimina la membrana gruesa si está presente y cocina a fuego lento durante un buen tiempo. Esto no solo mejora su sabor, sino que garantiza una mejor digestión y seguridad alimentaria.

Los pulmones del pollo: mejor evitarlos

A diferencia de otras visceras, los pulmones rara vez se cocinan de forma intencionada. Y eso es algo positivo. Como órgano respiratorio, es una de las partes más expuestas a los residuos del ambiente del animal, incluso después de la cocción.

Recomendación clara: Si vas a preparar un pollo entero, asegúrate de retirar los pulmones durante la limpieza. No aportan beneficios culinarios ni nutricionales y es mejor optar por partes más comunes como el muslo, la pechuga o las alas

Elegir bien para comer mejor

Cada parte del pollo tiene sus particularidades, tanto en sabor como en composición. Conocer qué aporta cada una, y cómo prepararla correctamente, puede marcar la diferencia entre una comida sabrosa y una elección poco saludable.

Consejos generales para cocinar pollo con conciencia:

  • Siempre limpia bien cada parte antes de cocinar.
  • Prioriza métodos de cocción que elliminen el exceso de grasa, como el homo o la plancha.
  • Altema los cortes del pollo para no consumir siempre las mismas partes.
  • Cuando compres pollo entero, revisa el interior y retira cualquier organo que no vayas a consumir.
  • Si consumes visceras, asegúrate de cocinarlas adecuadamente y no abusar de su consumo.
  • Una cocina más informada no solo mejora tu salud, sino también el sabor de tus platos. Con pequeñas decisiones, podés hacer grandes cambios en tu alimentación.

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