En un bol, agrega los huevos, leche, azúcar, mantequilla derretida, vainilla y 300 g de harina.
Mezcla por un minuto hasta integrar bien.
Añade los otros 300 g de harina y el polvo para hornear, mezcla y amasa hasta obtener una masa suave y lisa.
Divide la masa en dos partes. Reserva una y estira la otra.
Corta la masa estirada en 21 rectángulos y haz un pequeño corte en el centro de cada uno.
Toma cada rectángulo y retuércelo hacia adentro por el corte, formando un pequeño moño.
Calienta aceite en una sartén y fríe los moños, volteándolos cuando se doren de un lado. Retira cuando estén dorados por ambos lados.
Deja enfriar un poco los moños. Mientras tanto, mezcla azúcar con canela al gusto.
Pasa los moños tibios por la mezcla de azúcar y canela, y disfruta este delicioso y rendidor postre.
