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Consume la fruta entera, no en zumos. Así aprovechas la fibra y evitas picos de azúcar.
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Varía las frutas a lo largo de la semana para obtener una combinación de antioxidantes y nutrientes diferentes.
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Evita combinarlas con azúcares añadidos o harinas blancas, ya que contrarrestan sus beneficios.
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Consulta siempre a tu médico, especialmente si estás tomando medicamentos, ya que algunas frutas pueden interferir con su absorción o potencia.
En resumen:
Una alimentación rica en frutas frescas, variadas y enteras puede ser una gran aliada para mejorar la circulación en las piernas, reducir la inflamación, prevenir la formación de coágulos y aliviar molestias como la pesadez o los calambres.
¡Incorporar estos alimentos de manera constante y consciente puede marcar la diferencia en tu bienestar vascular!