

Los melones más largos y ovalados se consideran “machos” y tienden a contener más agua, lo que los hace menos dulces. Los melones más redondos y compactos, o “hembra”, suelen ser más dulces. Así que, si buscas un bocado dulce, elige un melón redondo en lugar de uno alargado.
Las sandías más grandes no siempre son más sabrosas; algunas pueden ser demasiado líquidas y carecer de sabor. En su lugar, elija una que se sienta pesada para su tamaño y tenga una forma mediana o promedio. Estas suelen ofrecer el mejor equilibrio entre jugosidad y dulzor, ideales para los días calurosos de verano y para compartir con los seres queridos.