Un reciente avance sugiere que podríamos estar más cerca de una solución efectiva para prevenir fracturas graves: inyecciones de hidrogel capaces de aumentar la densidad ósea de manera rápida y localizada. Una solución para la osteoporosis, que representa una de las amenazas más silenciosas y devastadoras para la salud pública mundial.
Osteoporosis: una amenaza que requiere soluciones urgentes
La osteoporosis, enfermedad caracterizada por el debilitamiento progresivo de los huesos, afecta a millones de personas en todo el mundo. Su impacto va más allá de la salud física: las fracturas derivadas de esta condición tienen repercusiones económicas y sociales considerables. Dominique Pioletti, de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL), subraya que estas consecuencias suelen ser subestimadas.
Los datos son contundentes: sin una prevención adecuada, aproximadamente el 40 % de las mujeres y el 20 % de los hombres mayores de 50 años sufrirán fracturas graves por osteoporosis. En el caso de las fracturas de cadera, la situación es aún más alarmante: la tasa de mortalidad en el primer año asciende al 20 %, y más de la mitad de los afectados nunca recuperan su movilidad ni calidad de vida anteriores.
Actualmente, los tratamientos disponibles tardan meses, e incluso más de un año, en mostrar resultados tangibles en la regeneración ósea. Esto deja a los pacientes en un estado de vulnerabilidad prolongada, en el que el riesgo de sufrir fracturas sigue siendo elevado.
Frente a esta problemática, surge una innovadora alternativa desarrollada en la EPFL, que podría transformar radicalmente el manejo de la osteoporosis.
Hidrogeles inyectables: una solución local para un problema global
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