Lo más importante es no subestimar los síntomas. Si notas una pierna inflamada, dolorosa y caliente, o si de repente sientes dificultad para respirar y dolor en el pecho, busca ayuda médica de inmediato. No es algo que se deba esperar a ver “si mejora solo”. El diagnóstico suele hacerse con estudios de imagen como ecografías o tomografías, y el tratamiento puede incluir anticoagulantes que evitan que el coágulo crezca o se desprenda.
Un mensaje final
La trombosis es seria, pero también prevenible. Mantenerse activo, hidratarse bien, mover las piernas durante los viajes largos y seguir las recomendaciones médicas en caso de tratamientos o condiciones previas, son medidas que pueden marcar la diferencia. Escuchar al cuerpo es la clave: esos pequeños síntomas que parecen insignificantes pueden ser la forma en que la salud nos pide atención.
