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Altura y ubicación: Colocá la antena lo más alto posible y, si podés, cerca de una ventana.
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Ajuste de señal: Movela y orientala en distintas direcciones hasta encontrar la mejor recepción.
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Seguridad: Asegurate de usar cinta aisladora en todos los empalmes para evitar fallas.
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Cuidado con la electricidad: Aunque uses un alargue, nunca se conecta a la corriente eléctrica.
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Mantenimiento: Si el cobre está oxidado, pasale una lija fina para mejorar la conducción.
Con un poco de ingenio y materiales básicos, podés fabricar una antena casera que te permite disfrutar de canales gratuitos sin necesidad de pagar cable. Una opción práctica, económica y efectiva para cualquier hogar.