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No suspendas el tratamiento por tu cuenta. Detener una medicación sin supervisión médica puede causar más daño.
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Consulta con tu médico de confianza y solicita una evaluación de riesgos o una alternativa terapéutica.
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Infórmate a través de fuentes oficiales como los ministerios de salud o agencias internacionales reconocidas.
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Reporta cualquier efecto adverso al sistema de farmacovigilancia de tu país.
Consejos y recomendaciones
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Antes de iniciar cualquier tratamiento, informa a tu médico si tienes antecedentes familiares de problemas de coagulación.
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Evitá automedicarte, especialmente con fármacos para bajar de peso o productos que prometen efectos rápidos.
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Realizá chequeos periódicos si estás bajo tratamiento con anticonceptivos o antiinflamatorios.
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Mantené un estilo de vida saludable: evitá el sedentarismo, controlá el peso, no fumes y seguí una dieta equilibrada.
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Consultá a un profesional ante cualquier síntoma anormal, aunque parezca leve.
Este artículo tiene fines informativos y no reemplaza la consulta médica profesional. Ante cualquier duda sobre tu medicación o síntomas, acude a un profesional de la salud. Nunca suspendas o modifiques tu tratamiento sin indicación médica.
La prevención y la información oportuna pueden marcar la diferencia. Actuar con responsabilidad protege tu salud y la de quienes te rodean.