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- Combine la levadura y el azúcar en el agua tibia hasta que se disuelvan por completo.
- Añada la harina y mezcle hasta integrar, sin necesidad de amasar. Permita que la masa repose en un lugar cálido hasta que casi duplique su tamaño, lo cual debería tomar alrededor de 20 minutos.
- Precaliente el horno a 500 grados Fahrenheit. Divida la masa en porciones del tamaño de una pelota de golf.
- Forme cada porción en una tira o cuerda y configure en la forma deseada de pretzel (¡o cualquier otra forma que prefiera!).
- En un recipiente pequeño o taza medidora, disuelva el bicarbonato de sodio en el agua caliente.
- Sumerja los pretzels en esta solución y colóquelos en una bandeja para hornear previamente engrasada.
- Hornee durante aproximadamente 6 minutos a 260°C (O 500°F), hasta que adquieran un color dorado.
- Una vez fuera del horno, sumerja la parte superior de cada pretzel en manteca derretida y agregue los ingredientes de su elección.
