En un bol grande, agregamos los huevos y el azúcar. Batimos a alta velocidad durante 10-12 minutos hasta alcanzar el “punto de letra”. El secreto es que puedas formar una letra o dibujo con la mezcla sobre el batido.
Poco a poco, incorporamos la harina previamente cernida. Mezclamos suavemente con una espátula realizando movimientos envolventes hasta integrar toda la harina, evitando que se pierda el aire en la mezcla.
Vertemos la mezcla en un molde enharinado y engrasado, o bien colocamos papel para hornear en el fondo del molde. Golpeamos ligeramente el molde sobre la superficie de trabajo para eliminar cualquier burbuja de aire atrapada.
Horneamos en horno precalentado a 180°C durante 35 minutos.
Dejamos enfriar y luego desmoldamos.
Este tipo de bizcocho es ligero y es ideal para pasteles que no requieren rellenos pesados, ya que podría volverse inestable. ¡Perfecto para tortas delicadas y suaves!
