
Mi abuela jura que se aplica bicarbonato de sodio en la cara. Aquí te dejo sus tres métodos y cómo funcionan.
Para un tratamiento más nutritivo, nana combina bicarbonato de sodio con miel para crear una mascarilla hidratante. Mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con una cucharada de miel cruda y aplica la mezcla uniformemente sobre el rostro. La mascarilla se deja actuar de 10 a 15 minutos antes de enjuagar. Las propiedades antibacterianas e hidratantes naturales de la miel complementan los efectos exfoliantes del bicarbonato de sodio, dejando la piel suave, tersa y fresca.
El tercer método de Nana: exfoliante de bicarbonato de sodio y limón
El tercer método de Nana es un exfoliante más vigorizante que combina bicarbonato de sodio con jugo de limón. Mezcla una cucharada de bicarbonato de sodio con el jugo de medio limón, creando una pasta ligeramente espumosa. Se aplica en el rostro, evitando el contorno de ojos, y se masajea suavemente durante uno o dos minutos antes de enjuagar. El ácido cítrico del jugo de limón ayuda a iluminar la piel y a reducir las manchas oscuras, mientras que el bicarbonato de sodio facilita la exfoliación. Sin embargo, debido a la acidez del jugo de limón, este método debe usarse con moderación y, si se va a salir al exterior, debe aplicarse protector solar.
La ciencia detrás de la eficacia del bicarbonato de sodio
La eficacia del bicarbonato de sodio en el cuidado de la piel se debe en gran medida a su naturaleza alcalina, que ayuda a neutralizar los ácidos y eliminar las impurezas de la piel. Sus finos gránulos lo convierten en un exfoliante físico eficaz, mientras que su capacidad para equilibrar el pH puede ayudar a calmar la irritación y reducir la inflamación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el alto pH del bicarbonato de sodio puede alterar la barrera cutánea natural si se usa en exceso, por lo que la moderación y una dilución adecuada son clave.
Por qué Nana jura por el bicarbonato de sodio para su piel