A veces viene con cuatro patas y un corazón que se niega a rendirse con las personas que ama. Desde su apertura, el santuario ya había ayudado a 12 personas a demostrar su inocencia en diversos casos. La clínica jurídica ofrecía servicios gratuitos a cualquier persona que no pudiera permitirse una representación adecuada en el sistema judicial. Sara miró a Max, que ahora era considerado uno de los perros más famosos de Estados Unidos. Había recibido miles de cartas de personas de todo el mundo, agradeciéndole su lealtad y valentía.
La gente me pregunta si estoy enfadada por lo que pasó, dijo Sara. La verdad es que he aprendido que aferrarse al rencor solo te hace daño a ti mismo. En lugar de eso, he decidido centrarme en asegurarme de que esto no le vuelva a pasar a nadie más. El director Crawford asistió a la ceremonia junto con el Dr. Thompson y Rebeca. Incluso algunos de los agentes del FBI que habían ayudado a resolver el caso acudieron para mostrar su apoyo.
Al terminar la ceremonia, Sara paseó con Max por los terrenos del santuario. Docenas de perros rescatados jugaban en los patios, muchos de ellos buscando un nuevo hogar con familias cariñosas. “¿Sabes qué, Max?”, dijo Sara arrodillándose para abrazar a su fiel compañero. Creo que hemos hecho algo bueno con nuestra segunda oportunidad. Max movió la cola y le lamió la cara, igual que había hecho durante los momentos más oscuros en la sala de visitas de la prisión. El sol se ponía sobre el santuario mientras Sara y Max se dirigían juntos a casa dos supervivientes, que habían demostrado que el amor y la verdad son más fuertes que cualquier mentira o conspiración.