El rango normal de azúcar en la sangre suele estar entre 70 y 130 mg/dl antes de las comidas, y menos de 180 mg/dl después de comer. Sin embargo, estos valores pueden variar según cada individuo y sus condiciones de salud. Por ello, es fundamental consultar a un médico si se experimentan uno o varios de estos síntomas, ya que un diagnóstico y tratamiento temprano pueden prevenir complicaciones graves.