-
Por la mañana o por la noche, limpia bien tu rostro.
-
Envuelve un cubito en una tela fina o gasa para evitar quemaduras por frío directo.
-
Masajea suavemente el rostro con movimientos circulares, enfocándote en las áreas con líneas de expresión.
-
Seca la piel y aplica tu crema hidratante habitual.
Beneficios adicionales
-
Previene el acné: Sus propiedades antimicrobianas ayudan a reducir bacterias que provocan imperfecciones.
-
Desinflama bolsas y ojeras: El frío y las propiedades del clavo mejoran el aspecto del contorno de ojos.
-
Refresca y revitaliza: Ideal para usar en días calurosos o después de una jornada agotadora.
Consejos para mejores resultados:
-
Úsalo máximo una vez al día para evitar irritaciones, especialmente si tienes piel sensible.
-
Complementa el tratamiento con una alimentación rica en antioxidantes (frutas, verduras y frutos secos).
-
Evita la exposición prolongada al sol y usa protector solar todos los días.
-
Hidrata tu piel desde dentro bebiendo suficiente agua a lo largo del día.
Este sencillo truco de belleza, económico y natural, puede convertirse en un gran aliado para mantener la piel joven y luminosa sin recurrir a productos costosos.