Calentar el agua, añadir la levadura y luego incorporar el azúcar, midiendo una cucharadita por bol. Esperar de 5 a 10 minutos o hasta que empiece a hacer espuma.
Una vez derretida la mantequilla, añade la leche caliente, la sal, 2 tazas de harina y el resto del azúcar. Mezcla.
Para que la masa se una y se separe de los lados del recipiente, agregue gradualmente la harina restante, media taza a la vez.
Para que la masa quede suave y elástica, transfiérala a una superficie suavemente espolvoreada con harina y amásala durante 8 a 10 minutos.
Extiende la masa en un recipiente ligeramente engrasado. Cúbrela con un paño húmedo y déjala reposar en un lugar templado durante al menos una hora o hasta que haya duplicado su tamaño.
Estirar la masa y aplanarla con un punzón. Tapar y dejar reposar durante 30 minutos más en un molde para pan de 9×5 pulgadas engrasado.
Ajuste la temperatura del horno a 375 °F, que son 190 °C.
Después de 30 a 35 minutos en el horno, verifique si el pan está dorado en la parte superior y hace un sonido hueco al golpearlo.
Una vez cocido, transfiéralo a una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.
Todo el proceso dura 2 horas y 25 minutos, incluyendo 20 minutos de preparación, 1 hora y 30 minutos de reposo y 35 minutos de cocción.
Calorías: 170 | Porciones: 12 rebanadas
Algunos consejos:
Para obtener una corteza más suave, pincele la parte superior del pan horneado con mantequilla derretida.
Para evitar que el pan se pegue, espere hasta que se haya enfriado completamente antes de cortarlo.
¡Disfrutar!