Cocina la pasta en agua con sal según las indicaciones del paquete. Mientras la pasta se cocina, prepara la salsa.
En una sartén grande, agrega un poco de aceite de oliva o mantequilla y sofríe el ajo (si lo estás usando) hasta que esté fragante.
Añade la mantequilla de maní, melaza, salsa de soya y vinagre. Cocina a fuego bajo, mezclando bien hasta que la salsa esté suave y bien integrada.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Si la salsa está demasiado espesa, puedes agregar un poco del agua de cocción de la pasta para aligerarla.
Una vez que la pasta esté lista, escúrrela y mezcla con la salsa.
Decora con semillas de sésamo o cacahuates picados si lo deseas, y sirve caliente.
Este plato combina la suavidad de la mantequilla de maní con el toque dulce de la melaza y el toque umami de la salsa de soya, ¡todo en un solo bocado!
¿Te atreverías a probarlo? Ha sido un éxito en las redes por lo inesperado de sus sabores.
