Mezcla la harina, el azúcar y la sal en un recipiente grande. Incorpora la margarina o la manteca utilizando tus manos hasta que se deshagan en pedazos.
En otro recipiente, disuelve la levadura en un poco de agua tibia y deja reposar durante 5 minutos.
Añade gradualmente la mezcla de levadura y agua fría a los ingredientes secos mientras los integras con las manos.
Amasa la masa hasta que esté suave y elástica, este proceso tomará alrededor de 10 a 15 minutos.
Transfiere la masa a un recipiente grande, cúbrelo con un paño y déjalo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora o hasta que la masa duplique su tamaño.
Después, amasa nuevamente durante otros 5 minutos y divide la masa en las porciones deseadas sobre una bandeja de horno. Permite que repose durante otros 10-15 minutos antes de hornear.
Precalienta el horno a 220°C y coloca la bandeja en su interior. Hornea durante 25-30 minutos o hasta que el pan esté dorado.
Retira del horno y deja enfriar antes de servir.
Tips
El proceso de amasado es esencial para activar el gluten en la masa y proporcionar la textura adecuada al pan. Debes amasar la masa lo necesario para que quede suave y elástica, pero evita excederte, ya que un amasado excesivo puede resultar en un pan duro.
Antes de llevar al horno, realiza cortes diagonales en la parte superior de los panes utilizando un cuchillo afilado. Esto facilitará la expansión correcta del pan durante la cocción y le dará un aspecto tradicional al pan francés.