- Ilumina la tez y atenúa la pigmentación gracias a la combinación de miel y vitamina E.
- Suaviza las líneas finas con una nutrición profunda de los ácidos grasos esenciales del aceite de oliva.
- Protege contra el daño ambiental formando un escudo antioxidante natural.
- Hidrata profundamente , dejando tu piel suave, como después de un día en el campo o de aire fresco junto al mar.
Pequeños hábitos mágicos para resultados duraderos
Los tratamientos caseros son increíbles, pero combinados con algunos hábitos diarios inteligentes, funcionan aún mejor:
- Nunca te saltes la protección solar , incluso en días nublados.
- Nutre tu piel desde adentro con frutas frescas, verduras y grasas saludables: tu piel te lo agradecerá.
- Bebe agua como un parisino disfruta su café: a menudo y en pequeños sorbos.
- Mantén una rutina: piensa en ello como un ritual para sentirte bien, sin presión, solo constancia.
Trata tu piel con amor y te recompensará con un brillo natural y radiante.