Con la libido baja y los genitales secos, el sexo ya no es tan placentero como antes. De repente, el sexo se vuelve doloroso. Sin estrógeno, la vagina se reseca, haciendo que el coito sea más doloroso que placentero. La hormona adelgaza las paredes vaginales, otra razón por la que el sexo no es tan placentero durante la penetración.
9. Dolores de cabeza frecuentes
En general, las mujeres sufren más dolores de cabeza y migrañas que los hombres debido a su sistema reproductivo. Sin embargo, los cambios en los niveles de estrógeno son una de las razones por las que se sufren dolores de cabeza más frecuentes. Justo antes del inicio de la menstruación, las mujeres experimentan dolores de cabeza porque sus niveles de estrógeno disminuyen.
10. Sofocos y sudores nocturnos
Los niveles bajos de estrógeno no solo dificultan el sueño, sino que la experiencia ya no es placentera. Las mujeres en la menopausia hablan constantemente de sofocos y sudores nocturnos. Esto se debe a que el estrógeno afecta el hipotálamo, la parte del cerebro que controla la temperatura corporal.
11. Dificultad para enfocar
No duermes lo suficiente y tienes sudores nocturnos. Sin dormir lo suficiente, concentrarse ya es bastante difícil. Pero el estrógeno lo dificulta aún más al afectar la función de los neurotransmisores, lo que dificulta la concentración y las tareas cotidianas.
12. Aumento de peso
Si de repente estás subiendo mucho de peso y te cuesta bajarlo, la razón podría ser síntomas de niveles bajos de estrógeno. Te sentirás hinchada y, sí, subir de peso está asociado con un exceso de estrógeno. Sin embargo, cuando tus niveles son bajos, tu cuerpo almacena más grasa en la zona abdominal.
13. Problemas para quedar embarazada
Concebir cuando los niveles de estrógeno son bajos es difícil. Por eso, las mujeres con niveles bajos de estrógeno y que se acercan a la menopausia tienen embarazos complicados. Sin estrógeno, no se puede desarrollar un endometrio sano y grueso, uno de los factores clave para quedar embarazada.