Si babeas ocasionalmente, no hay razón para alarmarse. Pero si es frecuente, excesivo, o viene acompañado de otros síntomas (ronquidos fuertes, sensación de ahogo, cansancio excesivo), puede ser útil consultar a un médico o dentista.
Consejos para reducir la salivación nocturna:
-
Cambia tu posición al dormir: dormir boca arriba ayuda.
-
Trata la congestión nasal.
-
Revisa tu higiene del sueño.
-
Consulta con un profesional si tomas medicamentos que podrían estar influyendo.