Tenía sólo 17 años cuando mi vida dio un giro inesperado.

No pretendo saberlo todo, pero sé amar. Y esa es una fuerza poderosa.
Hoy no espero aprobación. Simplemente deseo recibir amor, bondad y pensamientos hermosos para este camino que estamos construyendo los tres.
Un día, crecerán, perseguirán sus sueños… y sabrán que, desde el principio, estuve ahí, con todo mi corazón.

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