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Asegurate de que tu rostro esté limpio y seco antes de aplicar la mascarilla.
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Usá una brocha facial o tus dedos limpios para distribuir la mezcla en las zonas deseadas: frente, mejillas, contorno de ojos, cuello o donde tengas líneas de expresión o manchas.
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Dejá actuar por 20 minutos.
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Enjuagá con abundante agua tibia y secá tu rostro con pequeños toques usando una toalla limpia.
Nota: Podés conservar el resto de la mezcla en la heladera por hasta 2 días, bien tapado.
¿Por qué funciona esta mezcla?
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Maicena: ayuda a tensar la piel y a dejarla más suave, ideal para reducir líneas finas.
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Bicarbonato de sodio: tiene propiedades exfoliantes suaves que limpian los poros y eliminan impurezas.
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Miel de abejas: es antibacteriana, hidratante y rica en antioxidantes que combaten el envejecimiento.
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Clara de huevo: tensa la piel, reduce poros y aporta firmeza inmediata.
Consejos adicionales para potenciar el efecto
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Aplicá esta mascarilla 2 veces por semana para notar resultados visibles.
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Siempre hacé una prueba en una zona pequeña de la piel antes de aplicar cualquier mascarilla nueva.
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Evitá la exposición al sol después de usar productos con bicarbonato, ya que puede sensibilizar la piel.
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Mantené tu piel hidratada y usá protector solar diariamente, incluso en días nublados.
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Complementá con una buena alimentación, consumo de agua y descanso suficiente.
Cuidar tu piel con ingredientes naturales no solo es efectivo, también es una forma amorosa de conectarte con vos mismo y con tu bienestar. ¡Tu rostro lo va a agradecer!