¿Qué pasa si, justo cuando finalmente decides cuidarte, todo cambia? Eso es precisamente lo que le pasó a Mark, un padre de 41 años residente en California, cuya historia nos recuerda lo esencial que es escuchar las señales que nos envía el cuerpo. ¿Fatiga pasajera? ¿Un problema digestivo leve? A veces la realidad es más compleja. Y en su caso, era algo mucho más grave.
Cuando finalmente todo parecía volver al orden
Mark Sevillano Jr. había pasado unos años particularmente turbulentos : un divorcio difícil, una vuelta a la escuela exigente, la presión de una vida ajetreada con sus dos hijos. Pero a principios de 2024, todo parecía finalmente aclararse. Graduado, más sereno, decidió volver a centrarse en sí mismo: tres entrenamientos a la semana, una dieta más equilibrada… Los efectos fueron rápidos: se sintió más ligero, con más energía, más alineado.
Pero es precisamente en ese momento cuando un pequeño inconveniente viene a perturbar este mecanismo bien engrasado.
Un síntoma discreto pero persistente
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