El impacto fue inmenso. Mark nunca había oído hablar de este tipo de enfermedad. Simplemente creía que estaba adoptando un estilo de vida más saludable, pero descubrió que su pérdida de peso no se debía necesariamente a sus nuevos hábitos, sino a algo más grave.
En octubre, se sometió a una operación importante que le salvó la vida: le extirparon 15 centímetros de esófago , junto con un tumor del tamaño de una fresa. Los cirujanos luego recrearon un conducto utilizando su intestino grueso. Una intervención quirúrgica compleja y un gran alivio.
Hoy, un mensaje de advertencia y esperanza.
Tras varias sesiones de quimioterapia, Mark se encuentra en remisión. Necesitará revisiones periódicas durante los próximos cinco años. Pero su perspectiva de la vida ha cambiado radicalmente.
¿Su mensaje? Nunca ignores un cambio físico ni una sensación inusual, por leve que sea. Escucha a tu cuerpo, persiste si tu intuición te dice que algo anda mal y, sobre todo, no dejes que las apariencias ni las estadísticas te distraigan de tus sentimientos.