El daño hepático es una de esas aflicciones que le sucede a casi todos los adultos mayores de 40 años. Es una señal de que no estás cuidando tu cuerpo.
Pero, ¿entendemos siempre las señales? No. A veces pensamos que se debe a lo que comemos, pero es mucho más profundo.
El daño hepático puede ser potencialmente mortal, dependiendo de su gravedad. Curiosamente, tu cuerpo te avisa constantemente. Así que, ¿por qué no hacerle caso?
Aquí hay señales que indican que debes tener en cuenta el daño hepático:
Hinchazón del estómago
Una de esas señales que indican daño hepático. Sin embargo, es necesario identificar con precisión el lugar donde se inflama. Lo que se busca es la parte superior izquierda, justo detrás de la caja torácica. Si esa parte se inflama, es seguro que hay daño hepático.
Dolor de estómago
. La hinchazón se acompaña de dolor de estómago. Se presenta justo debajo de la hinchazón y a intervalos. Si supera su límite de resistencia y siente que su estómago está a punto de estallar, consulte a un especialista de inmediato.
Agotamiento.
Otro indicador claro de daño hepático. Esto ocurre porque el hígado no puede procesar todas las toxinas y, sin embargo, el cuerpo necesita trabajar más. Esto provoca agotamiento.
La cantidad de proteínas en el cuerpo disminuye porque el hígado empieza a fallar. Esto impide que la sangre se espese, lo que provoca más heridas que no cicatrizan. Además, existe una correlación directa entre las personas con problemas hepáticos y los problemas sanguíneos. Las personas con problemas hepáticos tienen un recuento de plaquetas más bajo, lo que impide que las heridas coagulen.
