¿Y si tu cansancio persistente o tus antojos incontrolables de picar algo tuvieran un culpable insospechado? Detrás de los pequeños caprichos diarios puede esconderse un exceso de azúcar que impacta mucho más que tu figura. Algunas señales sutiles pero reveladoras pueden indicar que tu cuerpo te está alertando discretamente. ¿Estás lista para descubrirlas?
-
Siempre quieres azúcar: un círculo vicioso invisible
¿Te encuentras con que después de cada comida te apetece comer postre? No es solo una cuestión de capricho. El azúcar estimula la producción de dopamina, la hormona del placer, creando una dependencia similar a la que provocan ciertas sustancias adictivas . Cuanto más consumes, más lo anhela tu cerebro, como una máquina difícil de parar . Para romper este círculo vicioso, reduce gradualmente las dosis: por ejemplo, sustituye el chocolate con leche por chocolate negro que contenga al menos un 70% de cacao .
-
Bajada de energía post-comida: el efecto montaña rusa
¿Conoces ese famoso pico de energía después de un dulce o un postre , seguido de un gran ataque de fatiga? Este fenómeno se explica por la rápida subida y luego la caída repentina del nivel de azúcar en sangre. Estas fluctuaciones cansan el cuerpo y alteran la vitalidad. Opta por alimentos con un índice glucémico bajo , como la fruta fresca o los frutos secos , para evitar estas variaciones extremas.