1. En lugar de hacer cardio durante horas y obligar al cuerpo a producir la hormona del estrés que impide el mecanismo de quema de grasa, puedes elegir un tipo de deporte que prefieras y practicarlo durante una hora al día. Al menos 30 minutos de ejercicio al día acelera el metabolismo y aumenta el gasto calórico.
2. En lugar de utilizar pastillas para quemar grasa que destruyen este mecanismo y aumentan el almacenamiento de grasa con el tiempo cuando dejas de comerlas (porque no las comerás durante toda tu vida), puedes mantener un estilo de vida activo y evitar estar sentado durante largos períodos de tiempo.
¡Come más para quemar más! Nuestro metabolismo se acelera cada vez que comemos. Por esta razón es mejor realizar de 4 a 5 comidas ligeras al día en lugar de las 2 a 3 comidas más abundantes habituales. De hecho, dividir la ingesta energética diaria hace que los nutrientes sean más fácilmente aprovechables por el organismo, lo que evita el fenómeno de saturación.
