El componente decisivo presente en la yema es la colina, una sustancia esencial que participa en la producción de acetilcolina, un neurotransmisor fundamental para los procesos de memoria y aprendizaje.
Cada yema aporta aproximadamente 150 mg de colina, lo cual representa una cantidad significativa para cubrir las necesidades semanales del organismo. Una ingesta regular de este nutriente contribuye a:
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Mejorar la capacidad de aprendizaje en personas jóvenes.
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Mantener la memoria activa y reducir el riesgo de deterioro cognitivo en adultos mayores.
Además, la yema también contiene ácidos grasos omega 3, que favorecen la salud cerebral y cardiovascular.
Huevos y colesterol: un mito derribado
Durante mucho tiempo se pensó que consumir huevos elevaba el colesterol en exceso, por lo que se recomendaba limitar su ingesta. Sin embargo, estudios más recientes han demostrado que uno o dos huevos a la semana no representan un riesgo, incluso en personas con colesterol alto o con sobrepeso.
Consejos y recomendaciones
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