¿Has oído hablar de la esteatosis hepática, también conocida como hígado graso? Esta afección, que provoca una acumulación excesiva de grasa en el hígado, afecta a muchas personas sin darse cuenta. Y con razón: a menudo progresa sin síntomas aparentes hasta alcanzar una etapa avanzada… ¡Pero hay buenas noticias! Cambiando ciertos hábitos, es posible prevenir esta enfermedad e incluso reducir su gravedad. Entonces, ¿cómo saber si la padeces y qué puedes hacer para proteger tu hígado? ¡Aquí tienes la explicación!
¿Qué causa la enfermedad del hígado graso?
El hígado es un órgano esencial del metabolismo , pero ciertos factores pueden provocar acumulación de grasa:
Una dieta demasiado rica y desequilibrada
Consumir demasiados alimentos ultraprocesados, azúcares refinados y grasas saturadas promueve la acumulación de grasa en el hígado. ¡ Los refrescos, los alimentos procesados y los pasteles ricos en azúcar son los principales culpables!
Sobrepeso y obesidad
El sobrepeso, especialmente en la zona abdominal , es un factor de riesgo importante. La obesidad promueve la inflamación y la resistencia a la insulina, lo que altera el metabolismo de las grasas en el hígado.
El alcohol, un enemigo del hígado
El consumo regular y excesivo de alcohol perjudica la capacidad del hígado para metabolizar las grasas , lo que puede provocar enfermedad del hígado graso alcohólico .
Diabetes y síndrome metabólico
Las personas con diabetes tipo 2, hipertensión o colesterol alto tienen mayor probabilidad de desarrollar hígado graso. Estos trastornos alteran el metabolismo lipídico y promueven su acumulación en el hígado.
Un caso especial: el hígado graso durante el embarazo
Algunas mujeres embarazadas pueden desarrollar enfermedad del hígado graso agudo del embarazo , una afección poco frecuente pero grave que requiere atención médica inmediata. Afortunadamente, suele remitir después del parto.
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