El peligro más grande ocurre cuando un fragmento del coágulo viaja hacia los pulmones, provocando lo que se conoce como embolia pulmonar. Aquí los síntomas cambian y se vuelven mucho más alarmantes: falta de aire repentina, dolor en el pecho al respirar profundo, mareos, palpitaciones y, en casos graves, tos con sangre. Esta situación requiere atención médica inmediata porque puede ser letal si no se actúa rápido.
Otros síntomas a considerar
Aunque las piernas y los pulmones son los lugares más frecuentes, la trombosis también puede afectar otras partes del cuerpo. Si el coágulo obstruye vasos sanguíneos del cerebro, los síntomas pueden parecerse a un accidente cerebrovascular: dificultad para hablar, pérdida de visión o debilidad repentina en un lado del cuerpo. En el abdomen, puede causar dolor intenso y persistente, acompañado de vómitos. Cada una de estas señales es una llamada de emergencia.
Factores de riesgo que no debemos olvidar
La trombosis no aparece de la nada. Suele estar asociada a factores como el sedentarismo prolongado, los viajes largos en avión o autobús, las cirugías recientes, los embarazos, o el uso de anticonceptivos hormonales. También tienen más riesgo quienes padecen enfermedades cardíacas, cáncer o trastornos de la coagulación. Y no hay que olvidar la edad: a medida que cumplimos años, la circulación se vuelve más propensa a estos problemas.
¿Qué hacer si sospechas de una trombosis?
⏬️⏬️ continúa en la página siguiente ⏬️⏬️